top of page
  • Valeria Loggiodice

Disciplina como acto de amor propio

He aprendido que la disciplina es un acto de amor propio.


Cuando te esfuerzas por hacer cosas que sabes que son buenas para ti, incluso cuando no quieres, específicamente cuando no quieres, eso es un acto de amor propio. El tener compromiso contigo mismo.


Esto puede verse diferente todos los días, pero sin embargo, es el acto de estar presente para uno mismo lo que importa, la acción que dice “aquí estoy para mi.” Es tener tu propio respaldo, nadie va a hacer las cosas que quieres hacer por ti, todo depende de ti, y estar presente, esa acción, de estar comprometido contigo y de realizar este compromiso, es un acto de amor propio en su forma más pura.


Me he dado cuenta de un patrón en mi salud emocional y mental, un ciclo de yo misma atraparme en sentimientos negativos, normalmente derivados por dejar que cosas externas me desbalanceen y dejo de mantener compromisos conmigo misma y con las cosas que me hacen sentir bien. Como resultado, dejo de hacer estas cosas y por lo tanto, sigo sintiéndome deprimida mientras le agrego a eso el sentimiento de traición por no hacer tiempo para mi. Luego uno cae en estado de victima, y todo parece demasiado difícil y abrumador y uno se encierra en este hueco negro. Es la acción de "ahogarse en una vaso de agua", porque eso es todo lo que es, un vaso de agua, pero se convierte en este océano enorme y agravado en nuestra mente si lo permitimos.


Este es un ciclo del que debemos cortar. ¡¿Cómo no hacemos tiempo para nosotros?!? ¿Y para las cosas que nos hacen sentir bien? ¿CÓMO no podemos hacer tiempo para nosotros mismos cuando hacemos tiempo para todo lo demás en nuestras vidas? Somos nuestra primera y principal prioridad. Si puedes comprometerte con todos y con todo lo que te rodea, pero no contigo mismo, te estás demostrando una y otra vez que eres el último en tu lista. En consecuencia, esto nos lleva a la insatisfacción, el vacío y genera resentimiento hacia el mundo y hacia ti. Te sentirás resentido contigo mismo.


Si no podemos hacer tiempo para nosotros mismos, ¿quién lo hará por nosotros?


El precio que pagamos por no estar presentes y comprometidos con nuestro propio ser, somos nosotros. Nosotros, somos el precio que estamos pagando y ¿a qué costo?


Se trata de tener la disciplina para levantarme cuando no quiero, agarrar mi diario y anotar mis afirmaciones y aquello por lo que estoy agradecida, sentarme a meditar durante 10 minutos y mover mi cuerpo. Vestirme e ir a la playa y sentarme al sol y salir a caminar y patinar y hacer las cosas que me hacen feliz de estar viva. Es irse a dormir más temprano, hacer los deberes, invertir en mi educación y desarrollo, trabajar en mis metas, es todo.


Si no podemos tener la disciplina para mantener el compromiso que tenemos con nosotros mismos y estar presente incluso cuando no tenemos ganas, especialmente cuando no tenemos ganas, es una deshonra para quienes somos. Si nuestra vida no consiste en las pequeñas cosas que la hacen tan hermosa, nos quedamos con más cosas que no son tan agradables.


La paradoja en esto es que es una vez que dejamos de hacer estos momentos milagrosos, que bajamos en espiral y luego nos preguntamos por qué nos sentimos así. Pero ¿cuándo fue la última vez que nos dedicamos tiempo aparte de despertarnos, ver el teléfono, ir al trabajo, llegar a casa para comer y luego dormir? ¿Puedes recordar la última vez que hiciste tiempo para ti?


Mucha gente me ha preguntado cómo tengo la motivación para ir al gimnasio todos los días, y sí, mucha gente ha dicho esto, pero es verdad, no es motivación, es disciplina y un compromiso que tengo conmigo misma para mi. También mantengo mi por qué, si sabes tu por qué detrás de algo, en tu corazón, eso es a lo que te aferras en los días que son difíciles. Siempre es un trabajo interno.


Esto también se refleja en todos los demás aspectos, no solo en el gimnasio. No tengo la motivación para ir al gimnasio todos los días, pero sé que mover mi cuerpo me mantiene sana, fuerte, me permite vivir y funcionar mejor, así que lo hago de todos modos. Sé que despertarme más temprano para tener tiempo de escribir lo que estoy agradecida antes de continuar con mi día me hace existir como un mejor ser humano, así que lo hago de todos modos, sé que invertir en mí y en mi educación me ayuda a evolucionar, crecer y aprender, así que lo hago de todos modos. A veces no tengo ganas de ir a la playa y nadar en el océano (una de mis cosas favoritas de hacer en la vida) porque he trabajado todos los días toda la semana y en mi día libre, quiero estar en la cama y siento que no tengo energía para hacer nada, y puedo estar hasta amargada, pero se que ir a la playa y nadar en el océano me hace amar esta vida con la que fui bendecida, así que lo hago de todos modos.


Porque la disciplina de estar allí para ti mismo y mantener tu compromiso contigo es un acto de amor propio. Cada día al estar allí para ti, estás amando y honrando lo que eres.


Es un regalo para ti mismo.


Es demasiado fácil caer en la misma rutina que nos deja agotados y nos chupa energía mientras nos comprometemos con todo en el mundo menos con nosotros mismos. Sé que muchas veces parece que no podemos hacer mucho al respecto, pero siempre tenemos una opción.


con amor,

valeria

80 views0 comments

Recent Posts

See All

El Miedo

Miedo por definición; una emoción desagradable causada por una amenaza de peligro, dolor o de herida. ¿Qué es tan aterrador en nuestra vida que nos deja estancados en nuestro camino? Como la mayoría d

"Soy suficiente?"

La falta de amor propio y aceptación de nosotros mismo parece ser la raíz de nuestros problemas; nuestros miedos, nuestra ansiedad, muchas de nuestras preocupaciones y nuestro auto-sabotaje. ¿Por qué

Que energia sintonizamos?

Nuestra vibración funciona mucho como una radio; sintonizamos ciertos canales y adoptamos su vibración y frecuencia, que luego refleja la nuestra. Diferentes emociones tienen diferentes niveles de fre

bottom of page